BII y Social Impact Strategy Group preguntaron a gestores de fondos emergentes, socios intermediarios y socios jurídicos a qué retos se enfrentan y cuál es la mejor manera de abordarlos, e identificaron seis prioridades de actuación.
Los fondos comunitarios y centrados en la comunidad tienen un papel crucial que desempeñar en la transformación de la economía, trasladando el capital y la propiedad a personas que históricamente han sido marginadas y a las que se les ha negado el acceso a los recursos. El crecimiento del ecosistema de estos fondos es un aspecto clave del trabajo de BII sobre el terreno, con dos cohortes de gestores de fondos emergentes formados hasta ahora, y una tercera que comienza ahora.

Pero esos gestores de fondos se enfrentan a importantes retos propios. En las reuniones de nuestra cohorte, hemos oído hablar de las dificultades para encontrar un asesor jurídico asequible y con experiencia que ayude, por ejemplo, en la estructuración de los acuerdos financieros; algunos también luchan por encontrar un socio de capital alineado con los valores que pueda transferir fondos a organizaciones dirigidas por la comunidad. El apoyo administrativo es otra necesidad común no satisfecha.
Con el fin de comprender mejor esas necesidades, la iniciativa AmbitioUS del Centro de Innovación Cultural, en colaboración con la Fundación Surdna, contrató a Deborah Frieze, cofundadora y presidenta de BII, y a Elaine Rasmussen, Directora General de Social Impact Strategy Group y gestora de fondos emergentes, para elaborar una encuesta detallada y realizar entrevistas con tres grupos de interesados: gestores de fondos emergentes, socios intermediarios y socios jurídicos. El objetivo era conocer mejor cómo está evolucionando el ecosistema, identificar los principales retos y las carencias de infraestructuras, y recabar ideas de las personas más cercanas al trabajo sobre cómo podrían abordarse esos puntos débiles.
Una amplia gama de retos
Las respuestas confirmaron las hipótesis de los investigadores de que existe una necesidad significativa de crear un ecosistema sólido de apoyo a los gestores de fondos diversos emergentes. Los principales retos señalados fueron:
- Apoyo jurídico desinformado, no disponible y/o costoso;
- Limitaciones de capacidad entre los proveedores de servicios administrativos;
- Falta de capital de inversión para la fase inicial;
- Falta de acceso a subvenciones de capital para mejorar el crédito y constituir reservas;
- Falta de capital social para entablar relaciones con inversores de impacto alineados con los valores;
- Desajuste de escala entre el tamaño del fondo (pequeño) y el apetito de los inversores (mayor despliegue); y
- Programas educativos y de formación incipientes y limitados.
A través de la encuesta y las entrevistas de grupo, los investigadores obtuvieron información adicional a nivel de sistema sobre cómo eliminar las barreras a las que se enfrentan los gestores de fondos emergentes, garantizando al mismo tiempo que el capital se invierte con rigor, habilidad, compasión y resultados mensurables. Basándose en su análisis, identificaron seis grandes ideas que consideraron que merecía la pena explorar.
Seis ideas para reforzar el ecosistema de los fondos comunitarios
1. Establecer una incubadora de fondos: Las incubadoras se utilizan en muchos sectores para proporcionar apoyo inicial y de nivel superior a las nuevas empresas, aumentando sus posibilidades de éxito. Los gestores de fondos emergentes se beneficiarían de participar en programas de incubadoras que ofrezcan un apoyo holístico (asistencia técnica, tutoría, financiación inicial, apoyo administrativo, etc.) a las empresas de nueva creación y a las más maduras.
2. Establecer una coalición jurídica del Fondo de Justicia: Las cuestiones jurídicas forman parte integral del lanzamiento y la puesta en marcha de un fondo. Un pequeño número de bufetes de abogados especializados, entre los que se encuentran algunos de los participantes entrevistados en este estudio, tienen un profundo conocimiento de los fondos de inversión comunitarios y de sus correspondientes necesidades legales en lo que se refiere a la constitución de fondos y a los documentos de las transacciones favorables a los empresarios. Muchos expresaron su voluntad de trabajar juntos para crear una mayor normalización, simplificación y cooperación.
3. Formar a las instituciones financieras de desarrollo comunitario (CDFI) para que apoyen/trabajen junto con el capital integrado: Aunque los gestores de fondos emergentes expresaron su deseo de asociarse más estrechamente con las CDFI locales, muchas CDFI se basan exclusivamente en préstamos a plazo y tienen una experiencia limitada (o nula) con estructuras de capital integradas como el capital social, la financiación de cánones, etc. Una inversión a largo plazo en el sector de las CDFI permitiría a éstas ampliar su propia oferta de financiación, así como proporcionar una mayor capacidad de back office a otros fondos emergentes.
4. Invertir en una plataforma informática de gestión de fondos de justicia: Los participantes se mostraron unánimes en su deseo de que algo así se haga realidad. Hay muchas buenas plataformas para el seguimiento de los préstamos, otras buenas plataformas para el seguimiento de la inversión en capital y otras plataformas para la gestión de las relaciones con los inversores, la documentación de cierre, la asistencia técnica y mucho más. Basándonos en lo que se compartió en las entrevistas y en la investigación directa, no hay plataformas de gestión de fondos asequibles que integren estas actividades en un solo lugar.
5. Crear grandes fondos comunes de capital catalizador: Casi todos los participantes solicitaron un fondo común de capital de subvención para cubrir los costes de puesta en marcha; un fondo común de subvenciones recuperables para financiar puestos subalternos en el fondo; un fondo común de garantías para proporcionar mejoras crediticias, etc. Este enfoque iría mejor acompañado de una Incubadora de Fondos (véase la Gran Idea nº 1).
6. Cambiar la mentalidad de los posibles financiadores e inversores: La gente cree que es necesario un cambio fundamental de perspectiva para transformar las prácticas de asignación de capital que afianzan aún más la desigualdad. Para ello, es necesario invertir en programas y herramientas educativas que mejoren las prácticas de inversores y filántropos.
De cara al futuro
Aunque la investigación se centró principalmente en las organizaciones de este campo naciente que ya estaban en relación entre sí, ilumina muchas cuestiones que alcanzan otras facetas de la economía solidaria y las transiciones justas. Al publicar el informe, AmbitioUS afirmó que mantendría estrechas conversaciones con otros financiadores y líderes del movimiento para determinar qué papel podemos desempeñar.
Además de facilitar el flujo de capital hacia las comunidades culturales amenazadas, AmbitioUS y el Centro Sol para el Trabajo Liberado de la CCI se han embarcado en una investigación que explora el poder de la propiedad y, más concretamente, de la propiedad fraccionada. La economía tradicional ha creado ganadores y perdedores, exacerbando y racializando la brecha de riqueza.
"Si el objetivo es crear un sistema económico más justo, la próxima economía debe incluir vías definidas con infraestructuras de apoyo que transfieran el capital y la propiedad a las comunidades culturales amenazadas", declaró Cate Fox, Directora del Programa AmbitioUS.